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lunes, 3 de marzo de 2014

Etapa 1 GR11: Estany de San Maurici (1.950 m.) – Refugio de Colomers (2.115 m.), 16 de agosto de 2013

Distancia: 12,31 kilómetros
Desnivel positivo: 808 m.
Desnivel negativo: 616 m.
Cota máxima: Port de Ratera d´Espot (2.543 m.)
Tiempo de marcha: 5 horas y 30 minutos





Hemos dormido muy agusto en nuestra cómoda habitación de hotel y aunque pensando en las noches que tenemos por delante nos dan ganas de remolonear un rato en la cama, la predicción del tiempo anuncia tormentas para la tarde, así que no tenemos tiempo que perder. 
Tras un buen desayuno recogemos todas las cosas que tenemos desperdigadas por el cuarto y conseguimos milagrosamente que quepa todo en el macuto, aunque parece pesar más que en el ensayo general que hicimos la semana pasada…
Bajamos los dos kilómetros que nos separan de Espot en taxi, y aunque la última vez que estuvimos por aquí criticamos el hecho de tener que compartir el camino con todoterrenos que suben a gente hasta el mismo Estany de San Maurici, hoy decidimos “hacer trampa” y ahorrarnos esa parte del camino. La idea era comenzar a andar en Espot, pero preferimos comenzar con una etapa un poco más suave para primer día, para ir haciéndonos al peso de la mochila y ver cómo respondemos.
Compramos dos billetes (5,50 euros) y en menos de cinco minutos estamos a bordo de un jeep con nuestros mochilones en el techo y nosotros viendo pasar los árboles del camino a bastante velocidad.


Son las 10:00 cuando llegamos al Estany de San Maurici (1.920 m.) y arrancamos la ruta propiamente dicha. No nos detenemos demasiado en hacer fotos ya que hace años estuvimos por aquí y el paisaje no parece haber cambiado mucho desde entonces, así que preferimos ponernos en marcha, que bastante avanzada está la mañana ya. 

Ascendemos progresivamente por la pista que sale a la derecha del Estany, por la que siguen subiendo todoterrenos al Refugio des Amitges, aunque con menor frecuencia que hasta San Maurici. 


En apenas media hora alcanzamos el Estany de Ratera, y hacemos una buena serie de fotos, las piedras de la orilla nos recuerdan lejanamente a la Laguna O´nelly, allá en la Patagonia, y vamos viendo lo difícil que es saltar de piedra en piedra con unos 10 kilos de mochila… hay que ir con muuucho cuidado, lo tendremos en cuenta para sucesivos cruces de ríos y arroyos.






Pasado el Estany, una bifurcación nos indica que hay un mirador para ver desde lo alto el Estany de San Maurici, y en vista de que el desvío son apenas 15 minutos, no nos lo pensamos. 





Las vistas son espectaculares: las agujas Els Encantats, de 2.738 y 2.747 metros se alzan majestuosas sobre el lago, separadas por su brecha característica.














De regreso a la ruta, dejamos la pista que sube al Refugio des Amitges a la derecha y continuamos recto. Aparecen los primeros reductos de nieve, que no hacen sino darle un mayor atractivo al paisaje, y pensamos en lo bonito que tiene que lucir este entorno en pleno invierno.







Caminamos siguiendo la señalización clara del GR11, es casi imposible perderse, pero nosotros (por no perder las buenas tradiciones) nos despistamos ligeramente de la ruta, y tras pasar el Estany de les Obagues de Ratera, abandonamos el camino, que asciende por la derecha, y seguimos recto. 

Nuestra subida se convierte en grandes zancadas irregulares para ir saltando de un bloque granítico a otro, con lo que ganamos altura rápidamente en vez de ascender cómodamente, que es lo que hace la senda. En la bifurcación para el Refugio des Amitges, un poco antes de coronar el puerto, nos reenganchamos a la ruta y observamos desde arriba el camino de subida y nuestra subida particular.





El paisaje es impresionante, los ibones se suceden y alternan con pequeñas praderas de un verde intenso, bloques de granito y pinos de un verde oscuro.



Atravesamos dos neveros con huella bien marcada, y coronamos el Port de Ratera d´Espot (2.534 m.) a las 12:50.



La vista es maravillosa dirijamos a donde dirijamos la mirada, y nos detenemos a hacer las primeras fotos con trípode y autodisparador, garantía de éxito de encuadre y sin depender de nadie… ¡Con paisajes así es fácil que las fotos parezcan postales!


El Port de Ratera d´Espot marca el límite del Parque Nacional, y nos queda bien claro en cuanto lo cruzamos, ya que las marcas de la ruta dejan de ser discretos tacos de madera para convertirse en una infinidad (a todas luces excesiva) de marcas pintadas en la roca, algunas de ellas separadas entre sí por apenas 10 metros. El impacto visual es desastroso. 

Comenzamos el descenso dejando a la izquierda el Circo de Colomers, que poco a poco se va cubriendo de nubes. Descendemos hacia el Lac Obago, que ofrece, allá a lo lejos, una panorámica excepcional.


Paramos a comer a las 13:30, con el lago justo enfrente, un lugar inmejorable para un picnic, aunque el sol calienta de lo lindo nuestras espaldas. 

Reanudamos el descenso convencidos de que divisamos el refugio, pero al llegar nos damos cuenta de que es una cabaña a la que le falta medio tejado, lo que evidentemente quiere decir que hay que seguir caminando un rato más…


Una vez superado el Lac Obago (2.230 m.) el camino se suaviza y se convierte en una verdadera delicia, por lugares así no importa el desnivel que ya hayas hecho ese día, lo que pese la mochila… Simplemente se disfruta y se siente uno agradecido de poder recorrer estos parajes.

El Lac Redon, que más bien parece un espejo en el que se miran las nubes, deja paso al Lac Llong, al que llegamos a las 15:00.




Por aquí ya se empieza a ver más gente, familias con niños y excursionistas, señal de que nos acercamos a la civilización. Efectivamente, en menos de 15 minutos llegamos a la presa del Lac Major de Colomers (2.115 m.), y la rodeamos para pasar a la otra orilla, lugar donde se encuentra el refugio del mismo nombre. 




Son las 15:30 y podemos ya decir que hemos superado la primera etapa de nuestra particular versión de la GR11. 

El emplazamiento es espectacular, y el refugio está bien aunque los hemos visto mejores (y peores, obviamente), no tiene agua caliente y está con el cartel de completo, ¡más vale que reservamos!
Veníamos decididos a cenar, dormir y desayunar, pero pensamos que será mejor cenar y desayunar de nuestras reservas para ir aligerando peso de la mochila, así que cambiamos la reserva sin problema. 
Tras una ducha-relámpago muy tonificante con agua más que fría, estiramos un poquito las piernas y picamos unas almendras mientras yo escribo la etapa y Jorge lee revistas de montaña. A las 19:00 hay que desalojar el comedor para el primer turno de cenas, y como afuera llueve de lo lindo, optamos por cenar en el vestíbulo, al lado de la zona destinada a cocinar. Hay mucha gente entrando y saliendo y en general en todas partes, así que nos recogemos en el saco a jugar un rato al parchís antes de dormir. 

Pernocta: 17,50/persona




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